- La FEMP y el Ministerio de Igualdad firman una Declaración conjunta contra la violencia de género.
- Se destaca el papel crucial de las Entidades Locales en la protección y asistencia a las víctimas.
- La colaboración y coordinación entre instituciones es esencial para combatir la violencia machista.
- La Declaración subraya la importancia de garantizar recursos y servicios adecuados para las víctimas.
La Presidenta de la FEMP, María José García Pelayo, y la Ministra de Igualdad, Ana Redondo, han firmado esta tarde en la sede de la FEMP una Declaración conjunta «para la unidad en la lucha contra la violencia de género». Con este texto, ambas entidades renuevan su compromiso de colaboración frente a la violencia machista.
El documento destaca la labor imprescindible de la FEMP en el Pacto de Estado contra la violencia de género, reconociendo que «las Entidades Locales tienen un papel fundamental ya que son la Administración más cercana a la ciudadanía, la primera mano tendida y la puerta de entrada a los sistemas de protección, asistencia y recursos».
La Presidenta de la FEMP ha subrayado el compromiso de los Ayuntamientos y su plena disposición a colaborar, enfatizando que la coordinación y transversalidad de políticas y actuaciones son determinantes. Ha asegurado que «cada vez que una mujer es asesinada por el hecho de ser mujer, muere un poco la democracia en España».
La Declaración añade que «garantizar que los recursos a las víctimas, servicios de asistencia, policía local y todos los agentes intervinientes en el proceso de acompañamiento y atención a las mujeres víctimas cumplan con la normativa y compromiso adquirido en el marco de la legislación vigente y del Pacto de Estado contra la Violencia de Género es un deber intrínseco que responde a este consenso». La Ministra Ana Redondo ha afirmado que para enfrentar el machismo y avanzar en la dirección correcta «es imprescindible la colaboración de todas las fuerzas políticas, sociales e institucionales».
En los veinte años transcurridos desde la aprobación en nuestro país de la Ley Integral contra la Violencia de Género, se ha determinado que «Violencia de Género» es la que se ejerce contra las mujeres por el hecho de serlo y por la situación de desigualdad entre mujeres y hombres; la violencia machista es un tipo de violencia diferente a otras manifestaciones que pueden darse en el ámbito doméstico. Esta diferenciación, señala la Declaración, «es la que permite abordar con eficacia el fenómeno en aras de su erradicación».
La Declaración concluye defendiendo los consensos «que han permitido, y permiten, seguir avanzando en la construcción de una sociedad más justa e igualitaria, en la que mujeres y hombres ejerzan su ciudadanía plena. La lucha contra la violencia de género es una responsabilidad colectiva. Solo desde la unidad de todas las instituciones podremos acabar con ella».