- La inteligencia artificial (IA) puede comprometer derechos fundamentales como la privacidad, protección de datos y la igualdad, especialmente en el ámbito laboral.
- Es esencial promover una inteligencia artificial ética y transparente, con supervisión humana y respeto por la normativa de protección de datos.
- El Ministerio de Asuntos Económicos planea un sello de calidad para algoritmos que cumplan con estándares éticos y de seguridad.
- La AEPD y la Comisión Europea destacan la necesidad de transparencia, gestión de riesgos y auditorías para garantizar el uso responsable de la IA.
Principales riesgos en la era de la IA
El uso de sistemas de inteligencia artificial para la toma de decisiones automatizadas en el entorno laboral presenta diversos riesgos, incluyendo la privacidad, protección de datos personales, igualdad y no discriminación, así como la seguridad y salud laboral. La protección de estos datos es crucial para salvaguardar la privacidad y seguridad de los trabajadores, conforme a las normativas europeas como el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) y la Ley Orgánica de Protección de Datos y Garantía de los Derechos Digitales (LOPDGDD).
Promoción de una IA ética
Las empresas deben garantizar que la inteligencia artificial se utilice de manera ética y respetuosa con los derechos fundamentales. Esto incluye ofrecer a los usuarios control sobre sus datos a través de opciones de consentimiento claras y gestionables. Además, el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital prevé la creación de un sello de calidad para algoritmos, certificando que cumplen con estándares de calidad, ética y seguridad.
Roles de la IA en la toma de decisiones
La IA puede jugar dos roles en la toma de decisiones: como apoyo para que un humano tome la decisión final, o asumiendo la decisión de manera autónoma. Este segundo escenario plantea desafíos éticos significativos, por lo que es vital que la IA sea confiable, cumpliendo con siete requisitos establecidos por la Comisión Europea, que incluyen supervisión humana, solidez técnica, protección de datos, transparencia, no discriminación, bienestar social y ambiental, y rendición de cuentas.
Cumplimiento del RGPD en la IA
El RGPD permite adaptar el tratamiento de datos a sus reglas, pero exige el cumplimiento de condiciones mínimas como la existencia de una base legal, la transparencia informativa, y mecanismos para que los titulares ejerzan sus derechos. También impone el principio de responsabilidad proactiva, que incluye mantener registros de actividades de tratamiento y cumplir con los requisitos para transferencias internacionales de datos.
Hacia un uso responsable de la IA
El desafío principal no reside solo en la tecnología, sino en su uso responsable. La AEPD subraya que los riesgos de la IA pueden amplificar problemas éticos, por lo que es esencial emplear estrategias de transparencia, gestión de riesgos y auditorías. Es imperativo no delegar completamente en sistemas de IA sin supervisión crítica, asegurando siempre la protección adecuada de los datos personales.