- Los centros educativos tratan gran cantidad de datos sensibles, especialmente relacionados con la salud de los alumnos, como alergias o discapacidades.
- El uso de WhatsApp en el entorno escolar debe limitarse a situaciones excepcionales para proteger la privacidad de los menores.
- Las calificaciones solo pueden ser accesibles a los padres, tutores o alumnos, evitando que terceros accedan a esta información.
- La instalación de cámaras es permitida en patios y comedores, pero no en aulas o zonas que afecten la intimidad de alumnos y profesores.
La vuelta al cole es un momento lleno de emociones y desafíos, no solo para estudiantes y profesores, sino también en términos de protección de datos. La Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) ha elaborado una guía con recomendaciones para garantizar que los datos personales de los menores sean tratados de manera adecuada en los centros educativos.
Datos sensibles en el entorno educativo
Desde el momento en que un alumno se matricula, se recopilan datos personales como nombre, apellidos, dirección, teléfono, correo electrónico, e incluso información bancaria. En muchos casos, también se tratan datos especialmente sensibles relacionados con la salud, como alergias, intolerancias alimentarias o enfermedades crónicas (por ejemplo, celiaquía o diabetes) que deben conocerse para el servicio de comedor.
Estos datos, al ser altamente confidenciales, están sujetos a una protección especial bajo el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD). El artículo 5 de la Ley de Protección de Datos establece la obligación de confidencialidad de todas las personas que tengan acceso a esta información.
Uso de WhatsApp y otros dispositivos
El uso de aplicaciones de mensajería instantánea como WhatsApp entre padres, alumnos y profesores es cada vez más común, pero la AEPD recomienda limitar su uso. Solo en situaciones excepcionales, como accidentes durante una excursión, se justificaría su utilización para informar a los padres de manera rápida. Fuera de estos casos, el uso de WhatsApp puede comprometer la privacidad de los menores.
Asimismo, los centros educativos no pueden acceder al contenido de los dispositivos electrónicos de los alumnos sin su consentimiento o el de sus tutores, salvo en casos específicos como el acoso escolar o violencia de género. La guía de la AEPD también advierte a los profesores sobre el uso indebido de redes sociales, recordando que no se debe publicar imágenes de alumnos sin su consentimiento.
Publicación de calificaciones
Las calificaciones son otro tema sensible. Según la AEPD, las notas deben comunicarse de manera que solo sean accesibles para los alumnos, padres o tutores. Aunque se permite comunicar las notas en el contexto de la clase, por ejemplo, mostrando la calificación media, no deben hacerse comentarios que puedan afectar negativamente al menor. Si el alumno es mayor de edad, sus padres pueden solicitar acceso a las notas si son quienes asumen los gastos educativos.
En casos de patria potestad compartida, ambos progenitores tienen derecho a recibir la misma información sobre el proceso educativo del menor, independientemente de quién tenga la custodia.
Cámaras de videovigilancia
El uso de cámaras de videovigilancia en los centros escolares también está regulado. Según la AEPD, se permite la instalación de cámaras en zonas como el patio o el comedor para proteger a los menores, pero no en lugares como los aseos o zonas de descanso, ya que supondría una intromisión en la intimidad. En las aulas, la instalación de cámaras es considerada desproporcionada, ya que el control lo ejerce el profesor. Sin embargo, fuera del horario lectivo, se podrían activar mecanismos de videovigilancia para proteger las instalaciones.
Protección de la privacidad y la integridad
La protección de datos en el entorno escolar es un asunto crítico, especialmente cuando se trata de menores. Desde la gestión de datos de salud hasta el uso de aplicaciones de mensajería, las escuelas deben garantizar que se cumplen las normativas de protección de datos para proteger la privacidad y la integridad de los estudiantes. Seguir las directrices de la AEPD es fundamental para asegurar un entorno educativo seguro y respetuoso con los derechos de los menores.