- El SEPE ha publicado la cuarta edición de su Plan de Medidas Antifraude, enfocado en proteger los intereses financieros de la UE.
- Este plan establece procedimientos específicos para detectar y notificar cualquier actividad sospechosa en la gestión de fondos.
- Las medidas buscan fomentar una cultura de ética y control interno entre el personal encargado de la gestión y supervisión de los fondos.
Actualización del plan antifraude para proteger los fondos europeos
El Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), como parte de sus responsabilidades en la ejecución del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), ha lanzado una nueva versión de su Plan de Medidas Antifraude. En esta cuarta edición, publicada en octubre de 2024, el SEPE reafirma su compromiso con la gestión ética y adecuada de los fondos europeos, desarrollando estrategias y procedimientos específicos para detectar y prevenir fraudes que puedan afectar los intereses financieros de la Unión Europea.
Estrategia antifraude y procedimientos de notificación
El plan incluye una serie de medidas concretas y protocolos que deben seguirse en caso de identificar posibles irregularidades. Entre estas medidas se encuentra la creación de mecanismos de notificación accesibles para cualquier empleado que detecte acciones sospechosas. La implementación de estos procedimientos busca fortalecer los controles internos y asegurar que cada área de la institución actúe con diligencia y transparencia en el manejo de los fondos públicos.
Fomento de una cultura de gestión ética
El Plan de Medidas Antifraude complementa el Código de Conducta Ética del SEPE, promoviendo una cultura de gestión en la que todo el personal esté consciente de la importancia de su rol en la prevención del fraude. A través de esta iniciativa, se busca que cada trabajador asuma su responsabilidad en el mantenimiento de un sistema de control interno efectivo, en línea con las obligaciones del SEPE ante la ciudadanía y la Unión Europea.
Con estas medidas, el SEPE avanza en la construcción de un entorno laboral donde la ética y la transparencia sean pilares fundamentales, garantizando así que los fondos destinados a la recuperación económica y social se utilicen de manera adecuada y eficiente.