- La inteligencia artificial (IA) impulsará ataques más sofisticados, como los deepfakes y el robo masivo de identidad.
- Estafas y fraudes financieros serán hiperpersonalizados, dificultando la detección de engaños.
- Los delincuentes combinarán herramientas de IA con datos filtrados y públicos para perfeccionar sus ataques.
- La seguridad digital requerirá medidas proactivas y colaboración global para enfrentar estas amenazas.
La inteligencia artificial y los avances tecnológicos presentan retos de ciberseguridad sin precedentes para 2025. Según expertos de la firma de seguridad Gen, las amenazas digitales evolucionarán hacia un nivel de complejidad y sofisticación que pondrá a prueba las estrategias actuales de protección. Entre los principales riesgos se destacan los deepfakes, el robo de identidad masivo, las estafas hiperpersonalizadas y nuevas formas de fraude financiero.
La IA distorsionará nuestra percepción de la realidad
Las herramientas basadas en inteligencia artificial, como los grandes modelos lingüísticos (LLM) detrás de tecnologías como ChatGPT, están diseñadas para ofrecer experiencias personalizadas y funcionales. Sin embargo, también podrían alterar nuestra comprensión de la realidad al integrarse en áreas sensibles como la educación, la crianza de niños y la toma de decisiones personales.
Los especialistas anticipan debates sobre los límites de la influencia de la IA en el desarrollo humano y la necesidad de una regulación global que supervise su uso. Una de las preguntas clave será: ¿hasta qué punto permitiremos que estas tecnologías configuren el futuro de nuestra percepción y de las próximas generaciones?
Los deepfakes serán imposibles de detectar
Los deepfakes, videos o imágenes generados por IA con un realismo extremo, serán tan avanzados en 2025 que incluso los expertos tendrán dificultades para distinguirlos de los originales. Estas falsificaciones podrían ser utilizadas para:
- Ataques personales, como la difusión de rumores mediante imágenes o videos falsos.
- Manipulación política, desinformando o desestabilizando sociedades.
- Fraudes financieros, con videos falsificados de ejecutivos o líderes que convenzan a empleados o usuarios de realizar transacciones no autorizadas.
La creciente dificultad para identificar los deepfakes resalta la necesidad de herramientas especializadas en detección y una educación masiva para reconocer señales de manipulación.
El robo de datos impulsará el robo de identidad
El robo de datos seguirá aumentando en 2025, con ciberdelincuentes utilizando información filtrada para crear perfiles detallados de las víctimas. Estas tácticas permitirán suplantaciones de identidad más elaboradas y convincentes, afectando tanto a personas como a empresas.
Entre los posibles escenarios destacan:
- Extorsión avanzada, con amenazas personalizadas que incluyan imágenes de los hogares de las víctimas.
- Falsificación de representantes de confianza, haciendo que los delincuentes se hagan pasar por empresas o servicios legítimos para obtener información o dinero.
La acumulación de datos filtrados y públicos, combinada con técnicas de ingeniería social, hará del robo de identidad una de las mayores preocupaciones en 2025.
Las estafas serán hiperpersonalizadas
En lugar de ataques amplios, los ciberdelincuentes se centrarán en crear estafas adaptadas a las características individuales de sus víctimas. Utilizarán información recopilada de filtraciones, registros públicos y datos de la web oscura para diseñar ataques únicos y persuasivos.
Estas tácticas incluirán:
- Mensajes personalizados que aparenten ser legítimos.
- Técnicas psicológicas y de phishing altamente convincentes en redes sociales y aplicaciones de mensajería.
El objetivo será explotar las vulnerabilidades emocionales o psicológicas de las víctimas, dificultando la distinción entre una comunicación legítima y una fraudulenta.
El robo financiero adoptará nuevas formas
Las tácticas de fraude financiero evolucionarán en 2025, aprovechando la IA para explotar plataformas digitales y tendencias como la banca móvil y las criptomonedas. Entre las formas previstas de estos ataques se encuentran:
- Deepfakes de líderes o celebridades promoviendo plataformas de inversión falsas.
- Voces clonadas que simulen ser funcionarios o ejecutivos anunciando ingresos o beneficios inexistentes.
- Fraudes mixtos, combinando coerción física y digital, como obligar a las víctimas a desbloquear sus dispositivos para transferir fondos.
Un ejemplo destacado fue la campaña CryptoCore en 2024, en la que los atacantes utilizaron deepfakes de Elon Musk para robar más de un millón de dólares en pocos días.
Cómo protegerse en 2025
Frente a estas amenazas, los especialistas de Gen recomiendan tomar medidas preventivas:
- Conciencia y educación digital: Aprender a identificar señales de fraude y manipulación.
- Software de protección avanzado: Utilizar soluciones de seguridad capaces de detectar deepfakes y evitar la filtración de datos.
- Seguridad financiera robusta: Implementar autenticación multifactor, limitar el acceso a datos sensibles y verificar la autenticidad de las comunicaciones financieras.
- Colaboración global: Fomentar regulaciones internacionales para el uso ético de la IA y la protección de la privacidad.